Llevaba meses preparándolo. Cuando les conté a mis amigas cercanas mi idea de intentar youtube, pensaba que había superado el miedo de estar ante la cámara, así que me puse a planear vídeos, horarios, diseños, la intro... Toda la pesca. Lo tenía todo planeado: No soy persona de improvisar y ya me veia grabando varios vídeos del tirón para ir subiéndolos poco a poco porque también tenía pensado el no quemarme, que mi permanencia allí sólo acabaría si no me veía ni el tato con el tiempo, no de si me hartaba pronto.
Tras configuar todo debidamente, sólo me quedaba grabar, pero oh, sorpresa: semana de lluvias y cero luz, así no se podía. Pues nada, me dije, a planear más ideas. Todo perfecto. Empezó a hacer bueno, aproveché para grabar.
Pero al darle al play para ver lo grabado...
De lo primero que recuerdo escuchar de una cuenta que te ayuda a hacer marketing con youtube fue aquello de no pensárselo dos veces y grabarte, que a lo mejor no te gusta tu primer vídeo, pero luego vas mejorando. Recordaba mucho esa frase al no entender por qué, a pesar de tener ideas planificadas, no me atrevía a conectar la cam o a grabar con el móvil. Algo en mi cabeza me decía que me estaba sobreexponiendo, que lo mismo no me veía nadie que por lo que fuera me empezaba a ver gente y me reconocían. Y luego pensaba:
Pero so tonta, si tu objetivo a largo plazo es autopublicarte, te vas a exponer quieras o no, mejor empezar ahora.
Y ahora os digo que ese grado exposición llegará cuando tenga que llegar y que, en el fondo, no será lo mismo que la idea consciente de exponerte en redes.
Como decía, al darle al play y revisar un vídeo de 22 minutos, todo aquello de si fulanita puede hacerlo tan de tranquis en su casa, yo también, Se fue al traste. Estaba tranquila y todo el rollo, se ve que lo de estar frente a la cámara lo he superado. Lo que no llevo tan bien es el verme y el escucharme. Y mira que hice pruebas de sonido y de grabación, pero no es lo mismo que ver un vídeo completo.
Aquello era un desastre se mirase cómo se mirase. ¿Esa voz tengo? no me he dado cuenta de que se me caía la rebeca por el hombro? ¡Vaya pintas! Esto no es presentable, yo no soy presentable, me van a llegar comentarios malos a palos, como empiece a seguir allí a la gente que sigo van a pensar cucha esta, qué desastre, le voy a pedir que deje de seguirme porque ugh. Eres horrible, das pena.
Ni que decir tiene que borré el vídeo de inmediato y se me quitaron las ganas de intentarlo de esa manera. Que sí, que yo entiendo que con el tiempo uno mejora, que no puedo llegar el primer día y tener estilazo booktuber, mas mi problema no es cómo yo me veo, sino cómo yo creo que me van a ver, mi problema no es el rodaje de la peli, es el estreno, las críticas, que quieran ir a verte. Que NO quieran ir a verte.
Pero no me achanté y de inmediato cambié el medio: ¿Que el visual no me funciona? Pues a tirar de lo que sí me hace sentir cómoda: de la escritura. Y si bien es cierto que los blogs no se llevan tanto como en los 2000, a mí me da igual: Aquí pondré mis resúmenes de lecturas, mis booktags, recomendaciones y secciones que tenía en mente para vídeo, pero por escrito.
Porque yo parezco ir en contra del dicho: Me valen más mil palabras que una imagen, aunque esa imagen sea la mía.
Os espero en la próxima entrada que, espero, esté por aquí. Esta semana toca doble. Un abrazote grande.
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